Zamora es una de esas joyas que aún conserva su sabor inalterable al paso del tiempo: cuna del románico, en sus calles podrás pasear, relajarte y sentir los aromas de la gastronomía más auténtica.
Zamora cuenta con el mejor románico urbano de la península, con más de una veintena de edificaciones que no querrás perderte. La ciudad, bañada por el gran río de Castilla y Portugal, el Duero, marca la orografía de Zamora y de tus paseos al atardecer. Descubre las leyendas de Doña Urraca, el Rey Alfonso VI, el Cid Campeador, conoce el Cerco de Zamora o el recién inaugurado Castillo de Zamora y el Museo Baltasar Lobo. Comienza a escribir tu historia en la ciudad.
Saborea la gastronomía zamorana
Quizá lo mejor de pasear Zamora sea lo que espera para recuperar fuerzas: garbanzos de Fuentesaúco, quesos de Zamora, pulpo a la zamorana, sopa de ajo, bacalao a la tranca y por supuesto, el insuperable lechazo, famoso hasta en el último rincón del planeta. Todo regado con unos deliciosos vinos de Toro.
Y es que la gastronomía en Zamora es parte de su historia y tradición milenaria. Déjate seducir por cualquiera de las tascas y restaurantes del casco histórico -o acércate a las orillas del Duero- y deja que los chefs locales te sorprendan con su cocina. No te arrepentirás.
QUÉ VER EN UN DÍA EN ZAMORA
Despiértate en uno de los apartamentos de Zamora Suites Central y desayuna mientras la luz del Parque de la Marina Española entra por la ventana. Date un paseo hasta la Plaza Mayor -no te llevará más de 8 minutos llegar por la popular Calle de Santa Clara-. Desde allí puedes hacer la ruta monumental por Zamora -o ruta románica-. Pasea por la calle de Ramos Carrión y alrededores, por la Rúa de los Francos hasta llegar al Castillo y la Catedral. Asómate al mirador del Troncoso y disfruta de las vistas sobre el Río Duero, con el Puente de Piedra a tu izquierda.
¿Ya se te ha abierto el apetito? En todo el casco histórico tienes decenas de tascas y restaurantes con una suculenta oferta de tapas. Aunque si te apetece algo más consistente, no dejes de probar el lechazo de Zamora.
Por la tarde, después de recuperar fuerzas en tu céntrico apartamento, puedes disfrutar del sorprendente patrimonio modernista de la ciudad, que tiene su origen a mediados del s.XIX, visitar el Palacio renacentista de los Momos o alguno de los museos de la ciudad.
Por la noche, acércate al río Duero y deléitate con las vistas de la ciudad iluminada.
¿CUÁNDO VIAJAR A ZAMORA?
Cada estación del año, Zamora tiene algo que ofrecerte para hacer tu escapada perfecta:
Semana Santa de Zamora
Es la festividad más popular en Zamora. Su origen se remonta a 1273 y es una de las más antiguas y prestigiosas de España. Esta celebración destaca por su devoción, sobriedad, austeridad, silencio y respeto. Además, cuenta su propio Museo de Semana Santa.
Ferias de San Pedro
Alrededor del 29 de junio se celebran las Ferias de San Pedro, fiestas patronales de Zamora. A lo largo de una semana se puede asistir a la Feria de la Cerámica, la más antigua de su tipo en España, así como a la Feria del Ajo, inundando de su inconfundible aroma toda la ciudad.
También hay conciertos, romerías, verbenas, corridas de toro y un gran espectáculo de fuegos artificiales como colofón.
Los colores del otoño
La ribera del Duero se tiñe de amarillos y naranjas con la llegada de octubre. Disfruta de la ciudad y sus alrededores en esta época del año. Combina el senderismo con el turismo urbano. Paseos que inspiran y te ayudan a liberar la mente.
Navidad en Zamora
Zamora es un lugar mágico en esta época del año. Disfrutar de su enorme patrimonio histórico con la ciudad decorada de Navidad y una inagotable gastronomía que disfrutar. Además, hay decenas de actividades que realizar con los más pequeños de la familia.